Dejar de pagar las cuotas del Impuesto sobre la Renta genera consecuencias inmediatas. A deuda comienza a acumular y el retraso puede comprometer su regularidad fiscal.
Las cuotas atrasadas sufren multa diaria e intereses por la Selic. Si se produce el impago de 3 cuotas, el pago a plazos se cancela y el importe total se cobra íntegramente, con riesgo de inscripción en Deuda activa.
Es posible regularizar emitiendo las cuotas actualizadas o renegociando a través del e-CAC o la PGFN. A recomendación es resolverlo lo antes posible para evitar aumento de la deuda. Frase final: Una gestión fiscal al día evita problemas futuros.