El concepto de gestión estratégica se refiere a la gestión de todos los recursos de una organización para alcanzar objetivos y metas. Como su nombre indica, representa un enfoque de gestión empresarial que dirige toda la estructura organizativa centrándose en planes a largo plazo que transforman la cultura de la empresa.
En este artículo profundizaremos en el concepto de gestión estratégica, explorando sus principios y mostrando cómo puede aplicarse en su empresa. Siga leyendo para saber más.
¿Qué es la gestión estratégica?
En el mundo empresarial gestión estratégica es un enfoque destinado a optimizar todos los procesos de una empresa, alineándolos con los objetivos de la organización para aumentar la eficacia y la coherencia entre los procedimientos. Se trata, por tanto, de una iniciativa amplia, que abarca el mayor número posible de sectores.
Aplicando este modelo de gestión, los sectores pueden orientar sus esfuerzos hacia la ejecución de la planificación estratégica y aumentar las posibilidades de que los objetivos fijados se cumplan realmente.
Un punto positivo es que la metodología es aplicable a empresas de todos los tamaños, desde grandes corporaciones a pequeñas y medianas empresas. Independientemente del tamaño y la rama de la empresa, el objetivo es impulsar el crecimiento y la competitividad.
Los buenos ejemplos de prácticas de gestión estratégica para pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, tienen en cuenta la información pertinente sobre la competencia y otros aspectos, como la gestión de la recursos financieros y recursos humanos, amenazas para el crecimiento de la empresa y oportunidades de mercado.
Además, estas prácticas implican el establecimiento de objetivos claros, la evaluación de diferentes estrategias y el seguimiento continuo de los resultados obtenidos. En el caso de organizaciones más grandes, como las grandes multinacionales, se requiere un planteamiento sólido y adaptable para hacer frente a la complejidad y escala de sus operaciones.
¿Cuáles son los principios de la gestión estratégica?
La gestión estratégica se basa en tres pilares fundamentales que, cuando se integran, impulsan el éxito de las organizaciones:
- talento - Este pilar se centra en el capital humano de la empresa, abarcando la atracción, el desarrollo y la retención de profesionales con las habilidades y competencias necesarias para alcanzar los objetivos estratégicos. Implica crear un entorno de trabajo que valore el talento, promueva el crecimiento profesional y fomente la colaboración.
- diseño organizativo - el concepto se refiere a la estructura y el funcionamiento de la organización, incluida la definición de funciones, responsabilidades, procesos y flujos de trabajo. Un diseño organizativo eficaz garantiza que las actividades se lleven a cabo de forma eficiente y en consonancia con los objetivos estratégicos, optimizando la comunicación y la colaboración entre los equipos;
- el papel del liderazgo - Por último, este principio engloba la capacidad de influir y motivar a las personas para que alcancen los objetivos de la organización. Implica definir una visión clara, comunicar con eficacia, motivar a los equipos y desarrollar líderes a todos los niveles de la organización. Un liderazgo fuerte e inspirador es esencial para impulsar el cambio, promover la innovación y garantizar el éxito a largo plazo.
Fundamentalmente, la gestión estratégica trata de responder a preguntas fundamentales como:
- ¿dónde estamos ahora? Un análisis de la situación actual;
- ¿adónde queremos ir? Definición de objetivos y visión;
- ¿cómo llegar hasta allí? Formulación y aplicación de estrategias;
- ¿cómo sabremos que hemos llegado? Evaluación y control de los resultados.
¿Cómo puede aplicar la gestión estratégica en su empresa?
Una buena gestión estratégica comienza con el análisis de escenarios y la fijación de objetivos, y llega hasta la evaluación de resultados y la propuesta de mejoras. Eche un vistazo a las fases de aplicación en detalle.
Fijar objetivos
Fijar objetivos iniciales. Una forma de hacerlo es investigar las señales que indican la necesidad de una gestión más estratégica. ¿Necesita generar más ingresos? ¿Retener y/o atraer talento y mano de obra cualificada? ¿Buscar más clientes?
Estas son algunas de las preguntas que pueden guiar su proceso de planificación estratégica. Reúna a su equipo para llevar a cabo esta fase inicial, que será fundamental para fijar objetivos y analizar riesgos y escenarios.
Investiga un poco y haz un diagnóstico inicial
El diagnóstico es la fase inicial de la gestión estratégica, en la que se analiza la situación actual de la organización. Hay que revisar las estrategias existentes y determinar los factores internos y externos que influyen en la empresa.
El objetivo es identificar puntos fuertes y débiles, oportunidades y amenazas, y comprobar que la empresa dispone de las competencias necesarias para sus actividades.
Formular estrategias específicas
La formulación de cada estrategia tiene en cuenta los objetivos y el diagnóstico de lo que hay que mejorar. En esta tercera fase se crea un plan de acción para diferenciar a la empresa de sus competidores y adaptarla a la dinámica del mercado.
Esto incluye definir objetivos estratégicos, acciones específicas para alcanzarlos y formas de atraer y retener a los clientes.
Para llevar a cabo esta etapa, deberá asignar al equipo los recursos necesarios (que pueden ser presupuestarios u operativos, por ejemplo).
Disponer de los recursos adecuados es prioritario para ejecutar con éxito la estrategia. Averigüe cómo asignarlos:
- visualizar el resultado final deseado - De este modo, podrá alinear objetivos, entregables, hitos y supervisar el calendario del proyecto desde el principio;
- identificar los recursos - determinar los objetivos del equipo y su capacidad, presupuesto, herramientas, competencias y otros recursos específicos.
- definir el ámbito de aplicación - dDefinir claramente las necesidades del proyecto y los plazos para cada objetivo;
- compartir la planificación - hacer anuncios y utilizar herramientas de comunicación para transmitir el plan a todos los implicados en su aplicación.
Aplicar eficazmente las estrategias
La aplicación y el seguimiento son etapas fundamentales para garantizar el éxito de la estrategia. Al fin y al cabo, lo que se estableció inicialmente no siempre funcionará.
Directivos y empleados podrán utilizar herramientas para supervisar los progresos, analizar las métricas y evaluar la relación entre acciones y resultados. Cabe señalar que la gestión estratégica es un proceso continuo que puede requerir ajustes y adaptaciones para garantizar el éxito.
¿Cuáles son las principales herramientas de gestión estratégica?
A veces, disponer de un marco bien definido puede ser la mejor manera de iniciar el proceso de gestión estratégica en la práctica. Echa un vistazo a los principales métodos.
Análisis DAFO
El análisis DAFO, también conocido en portugués como SWOT (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), es una herramienta importante para obtener una visión global de su empresa.
Permite evaluar aspectos cruciales como la base de clientes, el personal, la rentabilidad, el posicionamiento en el mercado y los productos, identificando los factores internos y externos que pueden influir en los resultados de la empresa.
Puede hacerse utilizando un programa informático de texto, pero incluso puedes completarlo en una hoja de papel. Sólo tienes que reunir a tu equipo y enumerar los elementos que corresponden a las cuatro letras: puntos fuertes, puntos débiles, oportunidades y amenazas.
Veamos un ejemplo de aplicación de la fórmula:
- examinar los puntos fuertes y débiles de sus equipos, así como las oportunidades de crecimiento y las amenazas a esta expansión:
- evalúe sus canales de venta en función de los cuatro elementos;
- tener en cuenta las evaluaciones y reclamaciones de los clientes, enumerando las características que se ajustan a los cuatro elementos;
- Investigar oportunidades de negocio. La sección "oportunidades", por ejemplo, puede ayudarle a descubrir huecos de mercado y lagunas que explotar.
Conclusión
Implantar una gestión estratégica es un paso esencial para las empresas que quieren crecer de forma estructurada y sostenible. Mediante el establecimiento de objetivos claros, la realización de diagnósticos precisos, la formulación de estrategias específicas y el seguimiento continuo de los resultados, es posible transformar la cultura organizativa e impulsar la competitividad en el mercado. El uso de herramientas como el Análisis DAFO y el Ciclo PDCA, así como la definición de indicadores estratégicos, contribuye a una gestión más eficaz y centrada en los resultados. Independientemente del tamaño o del segmento de la empresa, la adopción de prácticas estratégicas es la forma de reforzar la toma de decisiones, aumentar la eficacia operativa y garantizar el éxito a largo plazo.
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